Nochevieja, esa noche en la que en vez de que se acaba el año, parece que se nos acaba el mundo, puesto que es en la que más excesos realizamos. El cenorrio, las lentejuelas, los 13 cubatas, las 12 uvas atascándose en el esófago y la resaca de la mañana siguiente forman una combinación perfecta en la que somos muy propensos a desbarrar en todos los aspectos. Con tal de que podamos despedir el 2013 de una manera mínimamente digna, he aquí unos cuantos consejillos para sobrellevar con decoro las primeras horas del 2014.
1 EL DRAMA DE ENCONTRAR VESTIDO.
Una de las preocupaciones recurrentes que ha ido rondando la mente del 90% de las mujeres de entre 16/30 años de edad durante los meses de Noviembre y Diciembre, ha sido el "¿que vestido me pongo para Nochevieja?", acompañado de sus consecuentes visitas a los Zaras y H&Ms locales con resultados, normalmente poco fructíferos. Y es que todos sabemos que cuando no necesitas algo lo encuentras más fácilmente, e intentar forzar los dorados que tanto les encantan a las suecas made in H&M para el cotillón de Leganés no es una buena idea. Que no cunda el pánico; con un vestido básico siempre se acierta, y con el siguiente punto también.
2 VOLVER A UTILIZAR EL VESTIDO DEL AÑO PASADO NO ESTÁ PENADO POR LA LEY.
Si "la Letizia" ha ido repitiendo sus "Felipe Varela" en cenas de protocolo de toda Europa, y Anna Wintour lleva usando los mismos Manolos desde hace 15 años, ¿cómo no vas a poder tu repetir vestido en el cotillón de tu barrio? Basándonos en el hecho de que el 80% de los vestidos son negros, y de que el 99% de la gente va más borracha que Massiel en las fiestas de su pueblo, solo se va a dar cuenta de que estás repitiendo vestido una persona: tu misma. Así que vestidos ya usados en Pasos de ecuador, comuniones, cenas de empresa, bodas o incluso pedidos prestados a las amigas, están más que aceptados aunque os empeñéis en no verlo.
3 EL ERROR DE LOS VESTIDOS "FANTASÍA"
Tradicionalmente, y no se sabe muy bien porqué, en esta noche predomina la idea generalizada de que las lentejuelas doradas, el brilli-brilli y la purpurina son la mejor opción. ERROR. Todas estas cosas, como todo, en su justa medida. Se puede más que acertar con un vestido básico y sin pendientacos, tacones con brillantitos o recogidos "fantasía".
4 TENER MUY CLARO A DONDE ESTÁS YENDO
Otro de los aspectos claves a la hora de elegir el atuendo para esta noche, es tener muy claro a donde estamos yendo. Y es que todo cambia bastante en función de si estamos despidiendo el año en El Ritz en Madrid, en Razzmatazz o en la Plaza Mayor de Calahorra. Si nuestra opción es la primera, podemos aceptar vestidos de largo. Si por el contrario, nuestra opción es la tercera, los tacones de tela de raso nos los podemos dejar en el armario para mejores ocasiones. Fundamental es también conocer la climatología de nuestras ciudades, y saber si donde vivimos se prevé una mínima de 5 grados bajo cero, o de 10.
5 LA VESTIMENTA PARA CHICOS
Esta es una de las ocasiones, en las que la mayoría de los chicos desempolvan el traje que tienen guardado en el fondo del armario y se calzan zapatos por primera y ultima vez en el año. Atendiendo a los criterios expuestos en el punto 4, el traje puede ser o no ser aceptado. Lo que si es fundamental si nos decantamos por esta opción es que el traje sea de nuestra talla. Si nos lo va a prestar nuestro tío, y tiene una espalda como un armario del Ikea y a nosotros nos sobran 10 cm de traje por cada hombro, pues casi es mejor optar por una camisa con pajarita, unos pitillo y una americana, incluso con mocasines o zapatos más sport. Porque no hay nada peor que un hombre al que un traje le queda excesivamente grande.
6 DURANTE LA CENA
Si cenamos en nuestra casa, la mejor opción es cenar con otra ropa distinta de la que vayamos a salir luego. Es más que probable que con el frenesí inicial con el que recibimos el marisco, alguno de los comensales que tenemos cerca de nosotros parta la cabeza de un langostino con demasiado énfasis, y el liquidillo de dentro de la cabeza de dicho crustáceo acabe sobre nuestra camisa. Otra de las decisiones que tenemos que tomar nada más llegar los entrantes, y viendo el plan que llevemos después de la cena es el "¿Comer o beber?". Si cenamos mucho nos empachamos, y no aprovechamos la barra libre posterior. Si no cenamos y solo bebemos, a las 3 de la mañana estaremos ya boca arriba mirando el techo de urgencias en una camilla. Encontrar el balance adecuado entre estas dos opciones es algo que solo los más curtidos en el arte del bebercio podrán conseguir.
7 EN LA FIESTA
Una vez hemos superado la elección del atuendo, la cena, no nos hemos atragantado con las 12 uvas, y hemos podido soportar los chistes malos de los que dan las campanadas, es la hora de la fiesta. Si, como la mayoría de la gente, vais a estar en un cotillón en el cual han vendido entradas por encima del aforo permitido, la solución es simple: pedir los cubatas de dos en dos o incluso de cuatro en cuatro. La naturaleza no nos ha dado dos manitas en balde. La noche es larga, así que conviene no pillarla con muchas ansias y acabar a las 4 de la mañana agarrado a una farola devolviendo los langostinos en el mismo estado en el que entraron. Conseguir mantener la borrachera para llegar a las 7 de la mañana y poder bailar intensamente los temazos de Pont Aeri sería la opción ideal.
8 LA MAÑANA DE DESPUÉS
Si hemos hecho todo bien, nos despertaremos mínimo a las 12 del mediodía, con un ibuprofeno, un almax y un botellín de agua en la mesilla de noche. Otro de los movimientos a realizar, es avisar al anfitrión de la comida del día 1 de que la noche de antes vamos a darlo todo. De esta forma le podemos pedir que nos prepare un platito de arroz blanco en lugar de una platerada de ostras, para evitar acabar agarrados a nuestro amigo Roca, el WC.
Bueno, con estos consejos os dejo para que meditéis las ultimas horas de este 2013 y recibáis 2014 como Dios manda. Feliz año lectores!
SONG OF THE DAY #19 "ALIEN" by BRITNEY SPEARS
I n s t a g r a m
